martes, 23 de marzo de 2010

"Travel to the moon" 16/36

Autor: Abril
Clasificación: General (lease bajo su propio riesgo [N/A])
Género: Drama, Romance.





"Travel to the moon"
Capitulo 16


Iba caminando por la calle, incomodo y desorientado, mientras caminaba al lado de Bren tomados de la mano. La perspectiva de exhibirnos de tal manera frente al público me irritaba pero él no parecía ni notarlo.
Iba regocijante de gusto, en lo que a mi me parecía un contraste exquisito a la oscura y triste noche anterior, por lo tanto no quería decir algo que echara a perder su animo, incluso aun teniendo que aguantarme las ganas de reprocharle lo incomodo que me sentía.
Después de las 30 personas que había contado que nos señalaban perplejos, perdí la cuenta, por un momento me concentre en olvidarme de la iracunda vergüenza que me embargaba y recordé, con bastante éxito, las formas diversas a las que el había recurrido para distraerme.
Estire un poco más de lo necesario mi cuenta bancaria llevándolo a desayunar en el restaurant de L.A que prontamente se había convertido en su favorito.
Él se encontraba malhumorado y feliz. La primera porque nunca le había parecido sano esa nueva manía mía de despilfarrar el dinero por la ventana y la segunda, porque a pesar de ello, no podía creer lo mucho que estaba siendo condescendiente con él.
Había intentando discutir 2 veces, sin éxito, sobre ello.
—Para ya—le dije con una sonrisa mientras me concentraba en el camino—a mi parecer es estúpido que sigas debatiendo la cifra que gasto gustosamente en ti
— ¡es que me parece descabellado! —grito—no quiero ser culpable de tu ruina
Me hinque de la forma más desinteresadamente que pude.
—y aun con todo y miseria seguiría tratando de consentirte
Rompió el silencio con una carcajada.
—tu nunca desistes ¿cierto? —sonreí
—no… me temo que no
Y me planto un sorpresivo beso que resulto más apasionado que los usuales. Mi sonrisa se ensancho.
—y, ciertamente, vales que me quede en la completa miseria
Hizo una mueca entre feliz e inconforme y desvié el camino hacia el parque al que le había prometido a Brendon ir…


Había sido preso de la incertidumbre durante muchos meses pero todo había culminado esa noche después de ir al parque de diversiones.
¿Cómo lo haría? ¿Cómo sabría que estaba listo, que hacia lo correcto? Bueno, pues todas esas inseguridades se difuminaron al ver su inofensiva sonrisa.
De repente, solo lo sabía.
Estaba sorprendido y ofuscado, gran parte ofuscado, pero con una seguridad que no entendía del todo…
Lo tendí con delicadeza sobre el colchón y deje actuar por si solas a mis manos sobre su suave piel nívea.
Me deshice de su ropa con besos intermedios pero vacile bastante antes de bajar su calzoncillo. De hecho, tarde tanto que él me tomo la mano y sonrió.
—No tenemos que hacerlo ahora—me dijo suavemente, sin ningún signo de reproche, regalándome un beso… eso más de satisfacerme, me incomodo.
Desde el punto de vista del que yo lo veía ese beso decía que él me esperaría. ¡Claro!, él siempre me daba tiempo y por primera vez en mucho tiempo, yo no quería esperar.
Sonreí de la forma mas esplendida y negué mientras tragaba saliva y le bajaba el bóxer.
Fue mucho más sorprendente de lo que ya había sido cuando me encontré repentinamente confiado.
Me acerque a él con más determinación de la que hubiera deseado, Bren tan complaciente como siempre asintió, aunque me pareció haber detectado un destello de terror en sus oscuros ojos.
Le bese dándome cuenta que tenia el impulso de decir algo y entre me debatía si lo haría o no, lo volví al besar.
Al separarme y ver que sus ojos expresivos me miraban dulcemente lo dije.
—te… amo—y aparte su castaño cabello de su rostro. Sonrió.
— ¡gracias a Dios que lo dijiste! —Dijo completamente aliviado, su sonrisa se ensancho—no te lo podía decir porque pensé que te incomodarías…—sonreí sintiéndome como un completo imbécil, compartiendo su jubilo—te amo Ryan, de verdad que lo hago…
Y nos fundimos en un beso hasta que nuestras bocas se entumieron.
Lo demás se dio tan sencillo y solo que ambos estuvimos sorprendidos en cuanto me soltó las caderas y se dejo caer en el colchón al lado de mi.
Apoyo su mejilla en la cama y me vio fijamente mientras yo le separaba el cabello de su rostro.
— ¡Uf!... parece que… esto… salió… bastante… bien—dijo entre jadeos
—vaya… si—puse mi mano sobre su mejilla y nos besamos antes de dejarnos caer en un profundo sueño.

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