Clasificación: General (lease bajo su propio riesgo [N/A])
Género: Drama, Romance.
"Travel to the moon"
Capitulo 20
Capitulo 20
La fortuna de que Brendon me hubiera mandado a freír espárragos fue que había sido el ultimo día de gira debido a la interrupción que nos daríamos por el verano y el día siguiente junto con el mes posterior me lo pase visitando con meticulosa atención Inglaterra, tras un mes no tenia nada que hacer y harto de no tener nada ahí, regrese.
Me había telefoneado con los chicos, ellos no habían hecho preguntas porque creyeron conveniente que era mejor no inmiscuirse demasiado. ¡Bien hecho! Me ahorraban demasiadas letanías.
Al regreso a California tuve que disculparme mas de un millón de veces con Zack y cuando vi a Brendon el mundo no se me vino abajo, más bien, desapareció por completo…
Entre al departamento de Jon, Urie pendía tirado en el suelo, tocando una suave canción.
— ¡Ryan! —grito Spencer al verme parado en el umbral de la puerta
—hola
— ¿Cómo te fueron tus vacaciones? —pregunto Jon, con cautela
—genial, por cierto les traje regalos
Todos sonrieron, el único que no había levantado la mirada para verme, y que de hecho pretendía que yo no existía, era Brendon.
—hey tu—le dije en un tono ligero—¿no me vas a saludar? Creo que también ahí un regalo acá dentro para ti
El dejo de tocar su guitarra y me miro fugazmente, no pude descifrar su mirada porque tenia ese ya acostumbrado semblante inexpresivo.
Una patada en los testículos se me antojaba delirante en esos instantes, sonreí.
—encontré a William de camino y nos invito a un club de uno de sus amigos, esta acá mismo, junto al “Ivy”, le prometí que iríamos
— ¿estas mal de la chaveta? —pregunto Jon
—mmm… si, pero eso no es novedad
— ¿tú? —cuestiono Spencer con el mismo tono asombrado
—bueno, si no quieren no vayan
—no lo tomes a mal hombre pero nos tomaste desprevenidos
—oh
—No te preocupes—dijo Bren al levantarse—nosotros no desairaremos a Beckett—sonreí
—entonces nos vemos después, tengo cosas que arreglar, los regalos están en la bolsa, luego me agradecerán…
La había salvado demasiado bien, iba doblando la calle cuando Brendon grito mí nombre, gire.
— ¿puedo acompañarte a tu casa?
—em… claro
Caminamos un buen rato en silencio, para esas instancias él no me necesitaba decir lo que yo ya sabia de antemano. Era obvio, pero no le ahorraría el trabajo de decírmelo y en definitiva no ahorraría mi dolor.
Escuche nuestras pisadas, nuestras respiraciones y su silenciosa vacilación para decirme que tenía una mujer hermosa, una relación natural.
No sentía alegría de caminar a su lado, pero, tampoco rencor, quizás sentía dolor pero no demasiado. De hecho, más bien lo sentía como ese amigo usual con él que contemplas de vez en cuando el cielo y no ahí necesidad de charlar todo el día.
Estaba tan tranquilo que la charada del dolor ausente me salió mejor de lo que planeaba.
—regrese con Au
Lo mire y sonreí, la sonrisa me costaba 10 veces mi fuerza natural.
—nunca me cayo bien pero escuche a más de uno que decían que su pareja era perfecta
El se detuvo.
— ¿es broma?
—em… no, ¿Por qué lo seria?
—yo pensé que…
— ¿Qué estaría llorando por ti?
—bueno, pensé que al menos era mas importante para ti
—espera, estoy confundido, ¿no es eso lo que querías? ¿No me querías lejos de ti? Pues te estoy concediendo tus peticiones
—si pero ¿por qué actúas de ese modo?
— ¿Qué? ¿Querías que te suplicara que no me dejaras?
—Es solo que… pensé que te importaba lo que teníamos…
— ¿Cómo a ti te importó?
Su cara sufrió una contracción, cambio la mirada hacia algún lugar mirando aturdido y confuso.
Llegamos a la puerta de mi casa, yo tome el picaporte y él miro hacia la dirección contraria a donde yo me encontraba.
—Y a todo esto—le dije mientras metía la llave— ¿Cuál fue la razón de la ruptura?
—Te lo dije—me contesto distraído, lo mire fijamente— ¿por qué no solo crees que de verdad ya no quería nada contigo?—me hinque de hombros
—es raro que alguien ya no quiera salir conmigo, de hecho, encuentro divertido que alguien se negara
—pues aquí me tienes—contesto amargamente—y realmente dudo que le hayas encontrado algo de divertido a que te dejara…
Me mordí los labios, quizás la lengua, para ignorar el dolor de sus palabras, forme una sonrisa demasiado falsa. Brendon sabía lastimar cuando se lo proponía, sabia como echarle limón a una herida abierta.
—bueno… creo que mejor me voy
Asentí pero cuando iba saliendo del jardín lo llame, el volteo la cabeza.
— ¿iras al rato con Will?
—Iré a ver a Audrey, si ella quiere, quizás vayamos
Sonreí, ¿eso debería de dolerme? Porque una parte de mi pecho sintió varias punzadas.
—entonces, espero que ella tenga ganas de ir…
Si alguien hubiera tenido la gentileza de advertirme que aquella mujer era una ninfómana yo no la hubiera tocado en primer plano.
Lo que resultaría una buena venganza producida por la molestia que me embargo de ver a Audrey embarrada en las piernas de Brendon, saltando de gusto, besándolo con furor, término como la peor.
¿Quién querría tener una exagerad cantidad de actividad sexual en una misma noche y con el mismo chico? Eso era una pregunta curiosa pero quizás la mas importante era ¿Quién desearía estar montada sobre mi más de una vez con mi notable torpeza producida por la ruptura?
Eso aparte de raro era risible pero lo peor era la ridiculez de esconderse en un baño, eso, no tenia precedente.
—amor, abre…
Estaba estresado, era la novena vez que la escuchaba, o al menos, que le prestaba atención.
Mire en busca de una rendija y ahí estaba, en el techo, era un tragaluz estrecho y por primera vez agradecí mi anémica figura.
Apile varias cajas que se romperían con el mínimo esfuerzo pero si no hubiera tenido dos huidas frustradas, un hermano furioso en la sala con un gran bate encima y una clase de huesos delicados no tendría ocasión de hacer esto.
Brinque y me aferre a la ventanilla.
Pase por varias dificultades y con bastantes raspaduras termine tendido en la fría azotea pero antes de permitirme descansar me agarre bien del techo y me eche al vacio…
Caí mal y me di un buen porrazo.
Tras haber terminado de sacudir el pasto que se me había pegado a la piel, salí tambaleándome, más rasguños, genial.
Me agache para respirar pero escuche una risita estrepitosa y burlona.
— ¿de quien escapas con tanto apremio, encuerado?
Primero me vi, había olvidado que solo traía mis bóxers, luego le eche una ojeada…
La mire con detenimiento, un detenimiento apático, y termine por convencerme a mi mismo que lo mejor seria intentar regresar a viejos hábitos.
Parecía el tipo de mujer por el que uno quedaría estúpido, del tipo de dama que uno seria bastante afortunado de conquistar y, bendita sea mi suerte, era todo lo opuesto a Brendon, rubia y mujer ¿podría pedir más?
Fingí como si me hubiera dado un colapso nervioso y puse una expresión de imbécil anonadado. Ella sonrió ruborizada.
— ¿te haz lastimado? —pregunto cordial pero preocupada
—Eso tendría una muy congruente y satisfactoria respuesta a lo que estoy viendo—ella me sonrió educadamente mientras me miraba detenidamente, ensancho más su sonrisa
—lamento informarle que soy 100 por ciento real
—oh, entonces, ¿alguien le ha dicho que parece una hermosa reina burlesca?
—Me ha parecido escucharlo—dijo sonriendo, había que aceptarlo, su sonrisa era lindísima, blanca, limpia, sincera
— ¡amor! —Grito la mujer dentro de la casa— ¡abre el baño, ahora!
Mire hacia adentro, la ventana estaba abierta, la ninfómana me miro.
Considere mis opciones, ¿correría semidesnudo o rompería el vidrio de mi carro?
— ¡Ryan! —grito y enseguida abrió la puerta
Mire al gran hombre que estaba atrás de su hermana y antes de pensármelo dos veces, sujete la mano de la bellísima mujer que estaba frente a mi y salí disparado…
Nos detuvimos un par de calles arriba y ella no podía parar de carcajearse, no entendía exactamente porque la había tomado pero se veía hermosa riendo.
— ¡eres un loco! —me dijo cuando disminuyeron un poco sus risas
—si, creo que me arrestaran por estar semidesnudo
—Cierto—y se volvió a reír, se agarraba el estomago y cerraba ligeramente sus ojos, su rubio cabello caía sobre el rostro—Keltie—dijo estirándome una de sus manos, la tome
—Ryan…—no pude seguir lo que seria una ostentosa presentación porque vi una patrulla a no muchos metros de distancia, la mire— ¿aguantarías correr un poco mas?
—no pero lo hare
Sonreí y salimos corriendo una vez mas, sin darnos cuenta terminamos en algún barrio de Los Ángeles con un litro de agua cayendo sobre nosotros, ella grito estrepitosamente, yo mire hacia arriba rogando que no fuera agua sucia, pero ¿Quién aventaría agua limpia a la calle?
— ¡que asco! ¡Ah!
No pude aguantar, me reí de ella, tenía un cacho de papel en el cabello y su playera blanca estaba gris… pero a esas instancias había algo mucho más interesante reluciendo en su playera…
—Necesito regresar por mi carro—dije mordiéndome los labios
— ¡necesito regresar a mi casa!
—Bien, primero lo tuyo—le dije levantando la mirada para evitar ver sus pechos— ¿Dónde vives?
— ¡soy la vecina de la mujer con la que te acostabas!
— ¿en… enserio?... entonces las 2 cosas a la vez
Miramos las calles, si tomábamos atajos estaríamos ahí en 15 minutos, ella seguía riéndose pero de vez en cuando se lamentaba de sus fachas.
—Ningún taxi nos querrá llevar—se quejaba— ¡apesto!
—Hueles hermoso—le dije para callar sus quejas mientras la guiaba hacia un atajo—y dime quien piensa lo contrario para que le de un puntapié
De pronto su mano se soltó y ella se detuvo, gire.
—gra… gracias…—lucia sonrojada
—De nada—la tome de la mano un poco exasperado y retomamos el camino
— ¿Por qué lo dijiste? —pregunto
Suspire haciendo una mueca que ella no alcanzo a distinguir mientras yo trataba de buscar algo congruente y satisfactorio para silenciarla.
—me parece que sucia o no, eres bella y la gente debe de verlo, yo lo veo, no importa si luces las peores prendas… no tienes nada que hacer para que la gente lo vea…
Ella se volvió a detener ¿había dicho algo mal?, gire, ella me miraba con un brillo en los ojos, con cariño, y sonreía como yo suponía debería de sonreír cuando estaba con Brendon. Me acerque a ella…
Antes de hacer o decir cualquier cosa se aventó a mi, sus labios se juntaron con los míos, sus pechos estaban pegados a mi torso, su lengua disfrutaba de la mía, yo lo hacia con la suya hasta que se separo.
—es muy dulce todo lo que dices ¿siempre eres así?
Negué con la cabeza, trataba de suprimir recuerdos con Brendon así que por primera vez le preste atención a sus ojos. Me clave en ellos buscando algo y me quede tildado mirando sus grandes y hermosos ojos. Nos quedamos así cosa de segundos, tal vez minutos, quizás horas, no lo sé, el tiempo no importaba y es que había algo en sus ojos que me daban demasiada curiosidad.
—Mira—me dijo después de un rato—ya casi llegamos
—Si, casi lo hacemos—le dije con melancolía, no se me antojaba para nada la perspectiva de ir a pasar un día solo en mi casa porque tendría demasiado tiempo para liberar el dolor.
Al llegar vi mis cosas en un contenedor de basura, asco, me dio, pero era eso o caminar 1 km y medio.
Tome mucho valor y camine hasta el bote, saque todas mis cosas que tenían restos de comida, deje la ropa, mejor desnudo que apestado.
—Necesito una buena ducha—me dijo cuando llegamos a su casa
—tienes razón
Keltie metió la mano en sus bolsillos y puso una cara de frustración y enojo mientras rebuscaba.
—oh, no—se quejo— ¡no puede ser!
— ¿Qué pasa? —pregunte por cortesía
— ¡olvide las llaves! ¡Soy un tonta! ¡Siempre olvido mis llaves!
No pensaba en otra cosa más que en pasar la noche solo y este era un pretexto bastante bueno para no hacerlo.
—mira, hoy no conseguirás cerrajero, ¿Qué te parece si te ofrezco un baño caliente en cuanto lleguemos a mi casa?
Miro el parabrisas de mi auto, con cierto anhelo que no fue difícil descifrar; sonreí.
—esta bien, una ducha, unas horas de sueño y un desayuno ¿te parece?
—y ropa
—claro, y ropa—le concedí
—entonces, me parece perfecto…
2 comentarios:
Prueba de comentario #1 xD
muy bueno, sigue escribiendolo
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