viernes, 9 de abril de 2010

"Travel to the moon" 22/36

Autor: Abril
Clasificación: General (lease bajo su propio riesgo [N/A])
Género: Drama, Romance.



"Travel to the moon"
Capitulo 22


El sol estaba en lo mas alto del cielo, reflejándose en esas gafas negras e inmensas que usaba para ocultar lo rojo e hinchados que estaban mis ojos de no dormir mucho por las noches.
“quítatelos” me había dicho alguien un día que iba entrando a la iglesia pero era mucho más sofisticado tomar ceremonia con ellos que sin ellos.
Las nociones de bastantes cosas se habían trasgiversado, me alegraba bastante no tener que depender de un trabajo fijo o una escuela porque esta apatía que traía con la vida solo me hubiera llevado a suspensiones, problemas y más problemas, y era suficiente con una infancia.
El sol me dio de lleno en el rostro mientras mi mente seguía divagando un sin fin de ideas, de sueños truncados, de sensaciones extrañas y efervescentes.
Podía ocultarlo, porque eso era más decente y más acorde a como siempre había sido, pero lo extrañaba, esa era la verdad.
Esa siempre había sido la cruda realidad y es que por más que quise ignorar el dolor de la ruptura ese era un sentimiento mucho mas grande que el de la responsabilidad moral.
Keltie, la miraba por horas, peinándose, jugando con Hobo, platicaba con ella, me acostaba con ella una y otra vez y aun así ella solo robaba ligeramente mi atención, me hacia olvidar algunas cosas pero no todas, claro que eso no resultaba una buena excusa para seguir con ella pero tampoco quería estar solo.
La soledad no me aterraba pero sabía que seria peor estar completamente solo que con ella y a pesar de mis quejas y mi desapego hacia todo lo que Kelts sentía hacía mi no quería dejarle, además, no encontraba una fuerte razón para hacerlo si es que yo le tenia un fuerte y seguro afecto.
Tome algunas cosas del bolsillo de mi pantalón, sacando un boche de letras a medio escribir, ya tenia demasiadas y es que la mayor parte del día no hacia otra cosa más que escribir canciones dedicadas a Brendon con una buena dotación de metáforas que rogaba entendiera.
Eso era lo que me gustaba de él, que trataba de ver más allá de lo que simulaba así que esperaba con un poco de tacto que él no me fallara.
Me senté torpemente sobre una silla que estaba en lo alto de una tarima, Pete me pidió, casi me obligo, que le enseñara nuevas canciones o pensaría que hacer un contrato con una persona tan irresponsable como yo había sido un desperdicio. Aunque se puso de mandón y me lo pidió casi a gritos yo no le dije nada más que un “mañana te lo muestro” y es que lo último que él me podía llamar era irresponsable.
Justo antes de ir a la casa de Wentz había juntado las canciones que quería que Brendon escuchara y como aun no tenía los arreglos solo seria yo con mi guitarra.
Estaba afinando la guitarra con una apatía tremenda mientras esperaba que el resto de la banda llegara para mostrarles las nuevas canciones.
Pete había hecho algo así como una reunión en el que el espectáculo lo daría yo, claro, después habría comida y si todo salía según sus planes habría una fiesta hasta el amanecer.
Keltie estaba sentada al lado de Pete mientras se miraba en el espejo, esa era una nueva manía que le había dado y que a mi me había contagiado pero seguí inspeccionando, Keltie no era precisamente la persona a la que tenia ganas de ver.
Bren apareció junto con Patrick, se sentó sin verme y presto un interés descaradamente nulo cuando todos se sentaron en espera de que al fin cantara.
Me remoje los labios y le clave la mirada a Brendon esperando que levantara la mirada, esperando que él entendiera y regresara…
Ven a salvarme de que atraviese el alféizar o dormiré bajo la lluvia. ¿No te acuerdas de cuando yo era un pájaro y tú un mapa? Ahora él recorre millas a rastras en América con la cartera en la mano. La estufa está trepando por su espina dorsal otra vez; no puede conseguir suficiente basura.
Se tomó los días como espectáculos y acabó loco como los conejos, con litros de malos hábitos. ¿Quién podría pedir más? ¿Quién podría tener más?
Sus brazos eran las ramas de un árbol de Navidad, predicó el demonio en el campanario. Notificó su llegada para después descubrir que le habían robado la ropa en la estación de tren. Una cuerda colgaba de su otra rama y en su extremo había un perro llamado Bambi que estaba masticando unos cigarrillos cuando intentó salvar su agenda personal.
El pobre hijo de un humilde deshollinador se cayó en una muchedumbre ordinaria. Así que quédate dormido y pon ésa letra cursiva; sabes que vivimos en un juguete.
Paul Cates se compró una trompeta del Ejército de Salvación, pero no hay felicidad en su canción; tenemos que reinventar el amor.

Él nunca me presto la atención que yo deseaba pero se que tuvo que entender algo porque se levanto de su asiento, chascando los dientes, con la mirada perdida en el suelo y se fue, mas molesto que conmovido lo cual era totalmente incomodo, malo y, naturalmente, doloroso.
Lo seguí con la mirada mientras se marchaba pero no me dieron ganas de hacer otra cosa más que seguir cantando, incluso agregue aquellas canciones que había hecho a su lado y no detuve mis manos.
Cuando termine solté la guitarra, la deje a un lado y me levante esperando buenos comentarios, todos me miraron dudosos pero nadie se aclaro inmediatamente la garganta.
Me preguntaba si ellos también lo habían entendido.
—wow hermano, eso sonó bastante country con un ligero tono beatlisista—comento Jon
—lo sé pero si no les gusta…
—No, no, chico—interrumpió Pete—a mi me parece perfecto, de haber sabido que tenias varias canciones arregladas nunca te habría llamado irresponsable
Suspire, de hecho pensaba mandarlos a la fregada si no les había gustado mi trabajo, esboce una media sonrisa.
—si Pete, creo que debes de arrodillarte y pedirme perdón
Todos se quedaron callados, viéndome, no le habían encontrado nada de gracioso y Wentz me miraba debatiéndose si me correría o no.
La verdad es que estaba molesto, demasiado, y decidí hablar antes de descargar mi rabia con personas equivocadas.
—compongo mejor que hacer chistes ¿no?
—Bueno—fue Pete el primero en hablar, sonriendo ligeramente—chico lo siento y espero no tarden mucho en empezar las grabaciones
Yo negué con aire desinteresado y con el mismo abrace a Keltie que se paraba a felicitarme y besarme.
—Ryan—me llamo Spencer, yo lo mire mientras soltaba a Kelts—amigo, ¿estás bien?
—si… necesito agua…
Me di la vuelta y camine hasta ingresar a la cocina, él estaba ahí, cabizbajo, con las manos sobre su cabeza. Vi importante detenerme pero no lo hice.
—Lo escuche—me dijo cuando abría el grifo del agua—todas las canciones
Me gire para encararlo.
—y aun así no piensas regresar conmigo
—bueno, supongo que no—miro hacia el pasillo y yo oprimí el dolor de pecho ocasional—no oficialmente
¿Oficialmente? ¿De que diablos hablaba?
El inspecciono la cocina y con la mirada perdida en algún lado, continuo.
—tu sabes que mamá no esta de acuerdo sobre lo que tenemos, que lo llama risible y antinatural, que prefiere desheredarme antes de que acepte que te amo…
Levante la mirada, al fin algo que valía la pena escuchar. Lo mire fijamente, oscilante.
—Ryan yo no quise dejarte en ningún momento, me amenazo con contarle a papá y bueno… yo simplemente nunca dormí tranquilo cuando discutía con ellos… yo solo se lo otorgue…
— ¿Por qué no contármelo y ya?
—no lo sé… una parte de mi creía que toda esa basura que decía mi mamá para convencerme era verdad… me confundí y perdí el hilo de lo que quería…
—no lo entiendo, ¿por qué no solo ahorrarme el dolor y decírmelo antes?
—mira, cada que quería arreglarlo, pedirte perdón y regresar contigo hay estaba la voz de mi madre… no me dejaba en paz, era bastante duro no poder decírtelo y es que esas palabras a ti no te golpeaban a cada rato…
—cierto, lo hacían las tuyas
Se quedo callado, mirando el techo, por primera vez no quería consolar su dolor, agarre mi vaso con agua y le di un gran sorbo.
—perdona…
—Dime—le dije interrumpiéndolo—al menos tu madre es feliz
—bueno… ella insiste que no es posible que sigamos siendo amigos cuando yo termine contigo… así que no…
—Restándole importancia a mi dolor—comente y me serví otro poco de agua
—Ryan, ella le resta importancia a todo lo que ve con malos ojos…
— ¿y tu? —Asalte groseramente— ¿al menos estas satisfecho?
—bueno… no… tu sabes que no…
— ¿entonces?
—Entonces creo que tus canciones son muy buenas—se acerco a mi, me quito el vaso de las manos poniéndolo sobre la tarima y tomo mis mejillas—también pienso que tienen una cantidad indecente de “regresa conmigo, la paso realmente mal con ella”Una sonrisa se coló por mi rostro.
—es bueno que lo hayas entendido
—si pero hombre, ¿Paul Cates? ¿No crees que era demasiado arriesgado?
—quizás pero yo solo buscaba la confirmación de que tu lo entendieras, Paul Cates, Ellen Degeneres, Pérez Hilton, no me interesa…
El sonrió como no lo había visto en días.
—bien pero espero que Keltie no allá entendido lo de “Se tomó los días como espectáculos y acabó loco como los conejos”
—y si lo entendió me da igual, ahora, si me permites, una reconciliación no es nada sin un beso—el sonrió, concediéndome lo que yo había esperado por meses…

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