miércoles, 5 de mayo de 2010

"Travel to the moon" 28/36

Autor: Abril
Clasificación: General (lease bajo su propio riesgo [N/A])
Género: Drama, Romance.




"Travel to the moon"
Capitulo 28


Dos meses había pasado desde la primera vez que inhalé cocaína, estaba bastante relajado sobre el sillón mientras me fumaba un cigarrillo de marihuana, veía el humor volar sobre mí, retenerlo y expulsarlo, el calor de la garganta, el techo tenia algo de incitable que no entendía.
Supongo que desde hace mucho tiempo atrás, en uno de esos momentos antipáticos y relajados, había llegado a la fácil conclusión de que era demasiado débil como para estar con personas apegadas a Brendon, y, aunque lo intente, me di por vencido tras unos días y es que su mención ocasional era incomoda, por no decir dolorosa.
Bueno, eso sin contar que extrañaban bastante al torpe y feliz hombre que Brendon había creado, nadie lo decía pero sabía que esperaban que estuviera pasando por un tipo de metamorfosis post ruptura y regresara el positivista Ryan y yo no podía traerlo de vuelta cuando no encontraba nada por lo cual estar feliz, cuando todo se lo había llevado el carajo y me sentía más mal que contento, aparte, todo había perdido su significado así que lo deje, no podía, necesitaba nuevos amigos. Con el tiempo deje de frecuentar a cada uno de ellos y empecé a estar un tiempo indecente con Alex, enrolándome en su ambiente...
El timbre de mi celular sonó, no tenía intenciones de contestar, lo mire, casi podía ver las ondas de la vibración que producía el aparatejo, sabía que estaba demasiado drogado pero aun así termine el cigarro.
La puerta retumbo, alguien la golpeaba, me frustraba que me molestaran así que tome el control del estéreo y puse a todo volumen el ultimo disco que había escuchado ayer.
Crazy love de Bob Dylan canturreaba por el estéreo apaciguando el sonido de la puerta.
Exhale aire, cerré los ojos y deje que pasara cualquier cosa, esto llevaba demasiados días de pasarme, era agradable, me relajaba, de verdad que los problemas se esfumaban…

— ¡mierda! —chille cuando caí al suelo, estaba teniendo una pesadilla.
Tome el control del estéreo y apague el aparato, me levante del suelo queriendo ir por comida a la cocina, no había ni un alma de pollo así que mire en la alacena… si una lata de espinacas contaba como un festín, entonces me daría uno muy bueno.
Me lo serví en un platón pero cuando me lleve la primera cucharada a la boca me supo insípido, feo, asqueroso, corrí al lavabo y revolví lo poco que había comido, me enjuague la boca y saque del lavaplatos una botella de Ron.
Tome mi frac y salí de la casa, en la puerta había un papel, la metí en la guantera como el resto de las notitas que habían dejado desde hace más de 2 semanas…

Había escuchado rumores de que Ryan estaba en malos pasos, había hablado con Kelts y ella me lo confirmo, entre gimoteos y silencios prolongados, lo que sabia de él.
No sabía ni que decir, no sabia que hacer, solo la abrace mientras enjuagaba sus lágrimas.
Hobo, postrado a un lado de nosotros, lamia la mano caída de Keltie.
Sentía esa impotencia propia del que causa todo, aunque bueno, quizás seria llevarme mucho crédito respecto a la actual situación de Ryan pero aun así me molestaba, me dolía.
Ella se quedo dormida en mi pecho, la tendí en su cama y salí de la casa.
Al llegar a la casa de Ryan encontré su puerta abierta, una música estrepitosa, las ventanas corridas, una luz ultravioleta, alrededor de la mesa había varias personas, el olor de la habitación era un apestoso hedor a petate quemado, si alguna vez había fumado marihuana, que lo había echo, estaba seguro de que era eso.
Me quede frio en la puerta, asimilando la situación en la que se encontraba inmensa la casa, había unas mujeres bailando lenta y vulgarmente sobre un tipo de la esquina, en la cocina había una penosa situación que me sentí sucio tan solo de irrumpir con la mirada, pero lo peor eran las inspiraciones que se escuchaban aun sobre la música.
Alguien me miro asombrado, mejor dicho asustado y se dio la vuelta. No lo pude identificar, tenia miedo hasta de respirar.
Busque a Ryan con la mirada pero ahí no se hallaba, quizás estuviera en su habitación reflexionando o… algo por el estilo.
Camine hacia las habitaciones, tenia miedo de abrirlas pero tenia aun más miedo de dejarlo ahí.
Tras minutos de inspección inútil halle la puerta de la piscina cerrada, corrí la cortina, justo y como me lo temía Ryan pendía sobre una silla reclinable, mirando el cielo, abrí la puerta pero no noto mi presencia, camine hacia él hasta que escuche un gemido, voltee para ver si me había perdido de una parejita pero todo lo contrario, había visto la parejita en primera instancia… una pareja a medias…
La mujer me miro, lo cual en tales circunstancias me pareció completamente repulsivo, Ryan volteo como pensando, bueno no, como que no tenia ningún pensamiento en la mente y me clavo la mirada.
Debió de estar bastante drogado porque por unos minutos no reacciono ni me reconoció hasta que empujo a la mujer y se subió los pantalones junto con el bóxer.
— ¿Qué demonios haces aquí?
—venia de visita…
— ¿visita? Venias a confirmar si era verdad ¿cierto? ¿Tan pronto Keltie te fue con el chisme? Seguramente no te diste cuenta en lo que realmente estaba metido y de todos modos ¿a quien carajos le interesa? ¿He?
—mira…
—tu nada, me dijiste que te dejara en paz, que te enfermaba, que me odiabas para resumirlo todo y tú, justo en estos instantes, desde hace como un mes me provocas lo mismo
—bien pero ¿Por qué lo haces?
Me miro con esa expresión que descomponía todo, con esa arrogancia propia de él pero direccionada de otra forma, con una estúpida sonrisa irónica.
— ¿por ti? ¿Eso pensabas? ¿Tan importante te crees?
—no, en ningún momento lo pensé, eres mi amigo tu…
—“éramos” amigos y ahora vete, que tengo unas inmensas ganas de golpearte y si tu me pegas ahora—sonrió aun mas ancho mientras se hincaba de hombros—creo que ni lo sentiré…
Eso no representaba una prerrogativa para mí, lo estaba viendo, seria mejor que viniera un día en donde no estuviera dopado a mil pero, estúpidamente, me instale frente a él.
—Ryan te juro que lo siento, te lo merecías, me habías lastimado demasiado
—si, si, si, es una verdadera lastima ¿cierto? Toda la perspectiva cambia cuando uno este bien cagado…
—no, de verdad, si no me necesitas a mi al menos a Spencer…
— es curioso que lo menciones, pensé que estaba muerto, secuestrado o desaparecido, con eso de que ahora ya no quiere ni verme
—si quiere pero a tenido problemas, si tu estuvieras con nosotros…
— ¡largo! ¡No quiero que me vengas a dar cátedra, si lo necesito, me pierdo en una iglesia, no voy a verte!
—escúchame solo…
Me tomo del brazo y me condujo a empujones fuera de su casa, la atención se poso en nosotros, casi pude sentir que algunos murmuraban pero quizás mañana no lo recordarían, la verdad no sabia como funcionaba esto.
—Déjame ayudarte—le dije
— ¡cállate! —Me grito— ¡quiero que te largues y me dejes en paz!
—tus amigos, Jon, Zack, Pete, Spencer, quien quieras solo…
Llegamos a la puerta abierta y me empujo con todas sus fuerzas, caí de boca sosteniéndome con mis manos, escuche algunas risas, voltee a ver a Ryan.
—Por favor—rogué pero él me respondió con un portazo…



Todas aquella notitas eran de Brendon. Al principio las revisaba pero conforme el tiempo transcurrió deje de leerlas, ahora solo las tomaba del suelo y las metía en la guantera como un recordatorio del porque vivía así, al principio (cuando no estaba tan metido) las tenia como un amuleto, sentía una parte suya que me acompañaba pero tras su intervención, demasiado molesta. Empecé a ignorarlas, deje de verlo con aprehensión.
Metí cuarta al auto y en cinco minutos llegue al súper. Tome varias botellas de etiqueta negra y comida, que era a lo que venia, y en las cajas encontré a Jon.
Nos saludamos, vio mis cosas pero no dijo nada, de igual forma sabia que de nada serviría.
Tras un rato de plática amena, como siempre lo había sido, me pregunto que ocurriría con la banda, yo me quede callado, preocupado, helado, no supe que decir hasta que tras un rato conteste
“me estoy dando tiempo, dame unos días y hablamos” no tenia otra cosa que decir ni él que agregar así que nos despedimos con la promesa de vernos muy pronto.

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