Clasificación: General (lease bajo su propio riesgo [N/A])
Género: Drama, Romance.
"Travel to the moon"
Capitulo 6/36
Apreté los dientes, me mordí la lengua, contuve el aliento y sujete con fuerza las orillas de la bañera para no decir algo inadecuado.
—Bren no sé que es lo que buscas con tus preguntas
—curiosidad—contesto enseguida
—pues… déjalo así… no tiene caso hablar de algo que la prensa invento
—No lo hubieran inventado si nosotros no lo hubiéramos hecho—lo mire con una mirada fulminante, bajo la mirada—perdón… si no lo hubiera hecho
Suspire recordándome a cada segundo mantener aquella posición para no hacer, ni decir, ni pensar nada peligroso.
—dime la verdad ¿Por qué te interesa tanto el tema del “Ryden”?
—últimamente al único que atacan con preguntas es a mí y, claro, esta bien porque yo te bese pero se ha convertido un poco incomodo… ¿sabes de que hablo?
Me tense… no supe exactamente si por sus palabras o por si pensaba que desconectarme del mundo significaba que no lidiaba con la misma cantidad de paparazis que él pero claro, el lindo, guapo y sueño de toda niña se entercaba en contestar preguntas e ir a una entrevista siempre que lo llamaran.
Él decía que era parte de su trabajo, que era lo mismo que ser maestro y negarse a ver a los padres de familia (comparación que a mi me parecía ridícula), y por eso siempre terminaba frente a una curiosa y exagerada reportera. Así que si aprendiera a mantener el pico cerrado (en todo el sentido de la palabra) yo no tendría que lidiar con el “Ryden”.
— ¡menuda idiotez! ¡Dos hombres besándose! ¡Y luego tú y yo! —empecé a carcajearme olvidando que lo había dicho en voz alta
Una vez calmadas mis risas, cinco minutos después para ser exactos, levante la cabeza para ver a Brendon y ya no estaba.
¡Ahí por favor! ¡No me digan que lastime sus sentimientos! No era feo, dudo que alguna vez alguien lo hubiera pensado, tenia buen cuerpo, eso se notaba aunque se pusiera unos pants desgastados y una sudadera tipo “Eminem”, era inteligente y aquello me sorprendía, y siempre tenia una exquisita sonrisa en el rostro que quisiera tener yo pero de eso a que él y yo nos enroláramos era demasiado.
Ni en esta, ni en la otra vida…
Bueno, quizás no para tanto pero al menos no este día.
— ¡Brendon! —Grité pero no obtuve respuesta— ¡Genial! —vocifere al levantarme de la tina escuchando como se desparramaba el agua hacia el negro azulejo.
¿Por qué se ponía así? era un hombre potencialmente atractivo pero a mi me encantaban las mujeres. Era promiscuo por naturaleza, cosa que me agradaba, creo que eso era porque a la única que le había querido la había lastimado mas de lo de la cuenta y después de eso ninguna mujer me había echo sentar cabeza como para dejar de serlo pero aunque no fuera de ese tipo de hombre dudo que ha estas instancias me cambiara de sexualidad…
… Me recargue en la puerta del baño, en el camino de la tina a la puerta el agua que había empapado gran parte de mi cuerpo y ropa había dejado gotas y lo ultimo que quería hacer hoy, con este cansancio, era limpiar el departamento por dejar mis huellas mojadas por toda el lugar.
No lo considere ni un minuto, me despose de toda mi ropa quedándome en bóxer, lo apreté de las orillas para sacarle el agua y me fui descalzo a mi habitación.
Otro día hablaría con Urie, que se le pasara lo niña y lo haríamos.
Entre a mi habitación, Brendon estaba ahí, sentado en la cama con la cabeza cabizbaja.
— ¿ahora qué? —me queje internamente
—Lo siento—murmuro, sonaba tan dulce, tan inocente… ¿Cómo alguien podía resistirse a esa imagen?
— ¿Por qué?
—Por molestarme—alzo la cabeza, su voz podía sonar como un acordeón pero su rostro, su rostro era otra cosa—me molesta que no me tomes enserio—arrugo la frente—que no tomes enserio las cosas que a mi me preocupan
— ¡ah, vamos! ¡Ni que el “Ryden” te quitara el sueño!
—Deja de hacer bromas—pidió, molesto y aturdido
—mira… no sé como tratar este tema… la verdad es de que me incomoda… mucho… no quiero pensar todo el día en que me he besado con mi amigo y compañero de banda, no quiero pensar que lo simulamos cada show y menos quiero pensar en lo que sea que sea que despierte eso en mí… en nosotros…
—Oh—dijo crispando su rostro—deberíamos dejar de hacerlo
— ¿podemos? —Bufé, el volteo rápidamente a clavarme su mirada hipnótica y malhumorada—se convirtió en parte de nuestros conciertos ¿Cómo planeas lograrlo?
Puso una mano en su nuca rascándose la cabeza, arrugando el entrecejo, sonreí, se veía chistoso haciendo eso, parecía un niño de no más de 7 años.
—Tienes razón—dijo al fin—no podemos
— ¿te parece si seguimos con la pantomima como lo habíamos echo hasta el momento e ignoramos ese tema tras bambalinas?
—Aja—hizo una mueca— pero… ¿y las fans, periodistas, familiares, amigos? Ellos harán preguntas
—les diremos que no somos niñas, que no tenemos intenciones de…— ¿serlo? Mi interior soltó una risotada, apreté la comisura de mis labios para no reírme—… de convertirnos en ídolos homosexuales y lo que hacemos no es más que la magia del escenario ¿vale?
— ¡perfecto! Pero a los chicos la verdad
—claro, tu solo empéñate a hacer lo mismo que haz estado haciendo en los últimos meses y yo seguiré jugando el papel de marioneta
— ¿crees que es fácil? —regaño al levantarse de golpe de la cama
¿Fácil qué? ¿Resistirse a mis labios, a mi aliento pegando en su cuello, a mi cabello haciéndole cosquillas? ¡Por supuesto que no! ¡¿Pues con quien creía que trataba?! ¡Ja! Debería dejar de ser tan ególatra…
—no sé pero estar inmóvil para no besarte si es difícil—Vi como sus mejillas obtenían ese color carmesí que me hacia sentir extraño—no… n-me e-malin-ter-pre-pretes—aclare atropellando palabras—me refiero a que…
—No lo aclares—se hinco de hombros—de todos modos opino lo mismo
Puse los ojos en blanco, sacudí mi cabeza y le avente algún objeto cercano.
— ¡auch! —dijo entre risas, me miro de pies a cabeza, deteniéndose en mi bóxer, ahora sentí el calor subir hasta mis mejillas— ¿planeas bañarte?
—no—conteste inmediatamente cubriendo con una mano mis atributos, él se carcajeo mientras lo hacia—pero en vista de tu hedor, tu deberías
—no, me niego a ahogarme entre los patitos de hule
Comencé a reírme, de verdad que parecía un niño.
— ¿por qué no te bañas y yo me quedo sentado en el suelo por si veo que los patitos te pisan?
—pero me verías desnudo
— ¡ni que quisiera ver tus menudencias!
— ¡óyeme! ¡Miserias las tuyas!
— ¡oh, por supuesto Mrs. Concha! —comencé a reírme ¿pero que estupidez? ¡Claro! ¡Teníamos que ser hombres…!
—Aunque no lo creas—me contesto levantando el mentón aunque no pudo aguantar echarse a reír
—Bien, no quiero compararlo porque quedarías en vergüenza—soltó una risotada escandalosa y contagiosa mientras golpeaba con una de sus manos su pierna, continúe— así que adelántate, te doy tiempo de que te desvistas y te metas a la tina
—Gracias—dijo saliendo delante de mí mientras sus risas (que provenían del pasillo) se combinaban con las mías
Espere suficiente como para darle el tiempo necesario, aun tenía los bóxers mojados y mi mano en ellos, me reí ruborizándome un poco.
Entre al baño, Bren estaba cantando una canción de Frank Sinatra…
—Bren no sé que es lo que buscas con tus preguntas
—curiosidad—contesto enseguida
—pues… déjalo así… no tiene caso hablar de algo que la prensa invento
—No lo hubieran inventado si nosotros no lo hubiéramos hecho—lo mire con una mirada fulminante, bajo la mirada—perdón… si no lo hubiera hecho
Suspire recordándome a cada segundo mantener aquella posición para no hacer, ni decir, ni pensar nada peligroso.
—dime la verdad ¿Por qué te interesa tanto el tema del “Ryden”?
—últimamente al único que atacan con preguntas es a mí y, claro, esta bien porque yo te bese pero se ha convertido un poco incomodo… ¿sabes de que hablo?
Me tense… no supe exactamente si por sus palabras o por si pensaba que desconectarme del mundo significaba que no lidiaba con la misma cantidad de paparazis que él pero claro, el lindo, guapo y sueño de toda niña se entercaba en contestar preguntas e ir a una entrevista siempre que lo llamaran.
Él decía que era parte de su trabajo, que era lo mismo que ser maestro y negarse a ver a los padres de familia (comparación que a mi me parecía ridícula), y por eso siempre terminaba frente a una curiosa y exagerada reportera. Así que si aprendiera a mantener el pico cerrado (en todo el sentido de la palabra) yo no tendría que lidiar con el “Ryden”.
— ¡menuda idiotez! ¡Dos hombres besándose! ¡Y luego tú y yo! —empecé a carcajearme olvidando que lo había dicho en voz alta
Una vez calmadas mis risas, cinco minutos después para ser exactos, levante la cabeza para ver a Brendon y ya no estaba.
¡Ahí por favor! ¡No me digan que lastime sus sentimientos! No era feo, dudo que alguna vez alguien lo hubiera pensado, tenia buen cuerpo, eso se notaba aunque se pusiera unos pants desgastados y una sudadera tipo “Eminem”, era inteligente y aquello me sorprendía, y siempre tenia una exquisita sonrisa en el rostro que quisiera tener yo pero de eso a que él y yo nos enroláramos era demasiado.
Ni en esta, ni en la otra vida…
Bueno, quizás no para tanto pero al menos no este día.
— ¡Brendon! —Grité pero no obtuve respuesta— ¡Genial! —vocifere al levantarme de la tina escuchando como se desparramaba el agua hacia el negro azulejo.
¿Por qué se ponía así? era un hombre potencialmente atractivo pero a mi me encantaban las mujeres. Era promiscuo por naturaleza, cosa que me agradaba, creo que eso era porque a la única que le había querido la había lastimado mas de lo de la cuenta y después de eso ninguna mujer me había echo sentar cabeza como para dejar de serlo pero aunque no fuera de ese tipo de hombre dudo que ha estas instancias me cambiara de sexualidad…
… Me recargue en la puerta del baño, en el camino de la tina a la puerta el agua que había empapado gran parte de mi cuerpo y ropa había dejado gotas y lo ultimo que quería hacer hoy, con este cansancio, era limpiar el departamento por dejar mis huellas mojadas por toda el lugar.
No lo considere ni un minuto, me despose de toda mi ropa quedándome en bóxer, lo apreté de las orillas para sacarle el agua y me fui descalzo a mi habitación.
Otro día hablaría con Urie, que se le pasara lo niña y lo haríamos.
Entre a mi habitación, Brendon estaba ahí, sentado en la cama con la cabeza cabizbaja.
— ¿ahora qué? —me queje internamente
—Lo siento—murmuro, sonaba tan dulce, tan inocente… ¿Cómo alguien podía resistirse a esa imagen?
— ¿Por qué?
—Por molestarme—alzo la cabeza, su voz podía sonar como un acordeón pero su rostro, su rostro era otra cosa—me molesta que no me tomes enserio—arrugo la frente—que no tomes enserio las cosas que a mi me preocupan
— ¡ah, vamos! ¡Ni que el “Ryden” te quitara el sueño!
—Deja de hacer bromas—pidió, molesto y aturdido
—mira… no sé como tratar este tema… la verdad es de que me incomoda… mucho… no quiero pensar todo el día en que me he besado con mi amigo y compañero de banda, no quiero pensar que lo simulamos cada show y menos quiero pensar en lo que sea que sea que despierte eso en mí… en nosotros…
—Oh—dijo crispando su rostro—deberíamos dejar de hacerlo
— ¿podemos? —Bufé, el volteo rápidamente a clavarme su mirada hipnótica y malhumorada—se convirtió en parte de nuestros conciertos ¿Cómo planeas lograrlo?
Puso una mano en su nuca rascándose la cabeza, arrugando el entrecejo, sonreí, se veía chistoso haciendo eso, parecía un niño de no más de 7 años.
—Tienes razón—dijo al fin—no podemos
— ¿te parece si seguimos con la pantomima como lo habíamos echo hasta el momento e ignoramos ese tema tras bambalinas?
—Aja—hizo una mueca— pero… ¿y las fans, periodistas, familiares, amigos? Ellos harán preguntas
—les diremos que no somos niñas, que no tenemos intenciones de…— ¿serlo? Mi interior soltó una risotada, apreté la comisura de mis labios para no reírme—… de convertirnos en ídolos homosexuales y lo que hacemos no es más que la magia del escenario ¿vale?
— ¡perfecto! Pero a los chicos la verdad
—claro, tu solo empéñate a hacer lo mismo que haz estado haciendo en los últimos meses y yo seguiré jugando el papel de marioneta
— ¿crees que es fácil? —regaño al levantarse de golpe de la cama
¿Fácil qué? ¿Resistirse a mis labios, a mi aliento pegando en su cuello, a mi cabello haciéndole cosquillas? ¡Por supuesto que no! ¡¿Pues con quien creía que trataba?! ¡Ja! Debería dejar de ser tan ególatra…
—no sé pero estar inmóvil para no besarte si es difícil—Vi como sus mejillas obtenían ese color carmesí que me hacia sentir extraño—no… n-me e-malin-ter-pre-pretes—aclare atropellando palabras—me refiero a que…
—No lo aclares—se hinco de hombros—de todos modos opino lo mismo
Puse los ojos en blanco, sacudí mi cabeza y le avente algún objeto cercano.
— ¡auch! —dijo entre risas, me miro de pies a cabeza, deteniéndose en mi bóxer, ahora sentí el calor subir hasta mis mejillas— ¿planeas bañarte?
—no—conteste inmediatamente cubriendo con una mano mis atributos, él se carcajeo mientras lo hacia—pero en vista de tu hedor, tu deberías
—no, me niego a ahogarme entre los patitos de hule
Comencé a reírme, de verdad que parecía un niño.
— ¿por qué no te bañas y yo me quedo sentado en el suelo por si veo que los patitos te pisan?
—pero me verías desnudo
— ¡ni que quisiera ver tus menudencias!
— ¡óyeme! ¡Miserias las tuyas!
— ¡oh, por supuesto Mrs. Concha! —comencé a reírme ¿pero que estupidez? ¡Claro! ¡Teníamos que ser hombres…!
—Aunque no lo creas—me contesto levantando el mentón aunque no pudo aguantar echarse a reír
—Bien, no quiero compararlo porque quedarías en vergüenza—soltó una risotada escandalosa y contagiosa mientras golpeaba con una de sus manos su pierna, continúe— así que adelántate, te doy tiempo de que te desvistas y te metas a la tina
—Gracias—dijo saliendo delante de mí mientras sus risas (que provenían del pasillo) se combinaban con las mías
Espere suficiente como para darle el tiempo necesario, aun tenía los bóxers mojados y mi mano en ellos, me reí ruborizándome un poco.
Entre al baño, Bren estaba cantando una canción de Frank Sinatra…
—Llévame volando a la Luna, déjame jugar entre las estrellas… déjame ver cómo es la primavera en Júpiter y en Marte... En otras palabras, toma mi mano… en otras palabras, nena, bésame…
Me barrí hasta el suelo sentándome en la pared, Bren asomo su cabecita fuera de la tina y con el cabello pegado al rostro me sonrió sin dejar de cantar.
—Llena mi corazón de canciones y déjame cantar siempre más… eres lo único que me importa, todo lo que idolatro y adoro... en otras palabras, sé fiel… en otras palabras, te amo…
Deje caer mi cabeza contra la pared mientras escuchaba esa melodiosa voz que yo había escogido para representarnos y lo deje cantar… su voz y la letra me contagiaba esa tranquilidad indiscutible.
Escuche a Bren tararear la canción pero lo único que pude escuchar antes de dejarme ir en esa etapa de adormilamiento que tanto anhelaba fue “in other words… I love… you…”
—Llena mi corazón de canciones y déjame cantar siempre más… eres lo único que me importa, todo lo que idolatro y adoro... en otras palabras, sé fiel… en otras palabras, te amo…
Deje caer mi cabeza contra la pared mientras escuchaba esa melodiosa voz que yo había escogido para representarnos y lo deje cantar… su voz y la letra me contagiaba esa tranquilidad indiscutible.
Escuche a Bren tararear la canción pero lo único que pude escuchar antes de dejarme ir en esa etapa de adormilamiento que tanto anhelaba fue “in other words… I love… you…”
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